Mejora del comportamiento alimentario en un caso de Alzheimer grave

Tenemos una participante que regresa del periodo de confinamiento con una alteración de conducta moderada que le impide comer sola. La mayor parte del tiempo se lo pasa con una estereotipia – comportamiento, en este caso de tipo motor, repetitivo y rítmico, aunque no siempre coordinado y que no tiene un propósito concreto-   y con cierta agitación motora, con deambulación errática y tendencia a tocar todo.

Ha perdido el lenguaje y toda capacidad de comunicación. 

La observamos, durante unas dos semanas y concluimos lo siguiente:

  • Le molesta el bullicio.
  • Habiendo sido una persona muy afectuosa, en este momento no tolera el contacto físico durante esos periodos de agitación.
  • Interpreta de manera errónea los gestos exagerados y se asusta; lo cual acrecenta la agitación.
  • No quiere que le preguntes dónde va; no conserva el habla, pero sí cierta comprensión.
  • No sabe expresar lo que necesita, pero esa estereotipia responde a una necesidad que debemos cubrir.
  • Hay que darle de comer.
  • No reconoce la actividad de comer sin un contexto cuidadosamente definido.
  • Le molesta que la mesa esté sucia mientras come.

Proponemos la siguiente Dieta Sensorial

  • Ambiente silencioso y tranquilo.
  • Retiramos el contacto físico como herramienta para calmarla y lo sustituimos por supervisión continua durante la de ambulación, con leves toques en los hombros indicando la dirección que ha de tomar.
  • Simplificamos el lenguaje al máximo.
  • Nos dirigimos a ella siempre por su nombre en primer lugar y de manera muy amable, como si cada vez fuera la primera que nos encontramos con ella.
  • Colocamos en la mesa sólo lo que va a necesitar para cada plato y lo ponemos centrado para favorecer la integración bilateral.
  • Nos movemos despacio al servirle la comida y nos retiramos para no entorpecer la atención.
  • No interrumpimos su acción, y si lo hacemos es para redirigir la cuchara hacia su boca. En ocasiones el apoyo es verbal: “come”, en ocasiones es físico, acompañamos suavemente la cuchara hacia su boca.
  • Si la mesa se mancha entre plato y plato, retiramos los restos derramados antes de servir el siguiente plato.

Resultados:

  • La agitación disminuye considerablemente. La estereotipia disminuye en frecuencia e intensidad. Hay días que ni siquiera aparece.
  • Cuando nos dirigimos a ella, responde casi siempre con una sonrisa
  • Es posible conducirla al comedor sin que se altere
  • Le señalamos la silla y le pedimos que se siente. Es frecuente que lo haga, e incluso responde con una mueca de agradecimiento

Pasa de necesitar que la alimenten sujetándole las manos para evitar que tire la comida y los utensilios, a comer con apoyo físico ocasional para reconducir la tarea. Le ofreces agua con el vaso y asiente con la cabeza, además de cogerlo y beber ella sola. Aunque solo maneja la cuchara, a menudo come sola durante toda la actividad.

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