Como Directora Técnico Sanitaria del centro Somos Comunidad y Salud, y sobre todo como Terapeuta Ocupacional, me gustaría compartir los siguientes aprendizajes, adquiridos durante los 16 años que llevo trabajando con personas mayores y personas con alguna discapacidad.
María Montessori y su método revolucionaron la pedagogía y en mi caso, me descubrieron una nueva manera de trabajar con los mayores, considerando a las personas como agentes de su propio curso vital, y donde las patologías y los distintos grados de dependencia, sea cual sea su origen, son oportunidades para seguir evolucionando.
Hace siete años decidí quedarme embarazada de mi primer hijo, y fue entonces cuando me propuse, junto a su padre, asumir ese reto que es la crianza, de manera consciente, para ofrecerle un hogar basado en el respeto y la seguridad. Tuve la gran fortuna de descubrir la filosofía Montessori, su método y su eficacia, tal y como la gran María Montessori me lo habría enseñado: sin darme cuenta, de manera intuitiva y descubriendo la práctica desde mi experiencia tanto personal como profesional.
Como hija de maestra tenía al alcance mucho material de psicopedagogía, y como embarazada hipermotivada, comencé a leer todo lo que caía en mis manos. Así, empecé a comparar los distintos criterios de crianza, poniendo en valor la salud infantil desde un enfoque sistémico, y con el apoyo de los profesionales que antes de mí, habían hecho su trabajo para ser ahora mis referentes: psicología infantil y evolutiva, psicopedagogía, neuropsicología, las etapas del niño, las rabietas, Montessori y su método por ahí asomando….más los artículos que encartaban, más las conversaciones con colegas de profesión, más las conversaciones en el parque con otras madres y padres, más, más, más…
Paralelamente, trabajaba como Terapeuta Ocupacional en un Centro de Día para personas mayores, junto con la otra fundadora y responsable del nacimiento de SOMOS, Natalia Ciudad Yanguas. Y hasta el momento de ser madre, mes arriba mes abajo, los mayores con los que intervenía habían sido relativamente accesibles desde la formación y experiencia que yo tenía. Pero al volver de mi baja por maternidad, algunas personas fueron presentando un deterioro cognitivo moderado-grave y grave, al que yo no sabía llegar del todo. Y no me conformé con mis herramientas de intervención.
La experiencia de mi maternidad iba sucediendo más o menos a la vez que ese proceso de deterioro y fui observando cierta similitud entre lo que ocurría con mi hijo, pero al revés. Aquello que me habían explicado de la involución en demencias siguiendo un patrón inverso a nuestro desarrollo, estaba allí. Yo ya llevaba 10 años trabajando, y esto lo conocía, pero no lo había vivido nunca de manera tan intensa, así que me convertí en una observadora consciente de ambos procesos (pues ya abarqué en mis observaciones tanto a mi hijo como a mayores en distintos estadíos de demencia). Sin saberlo, adopté la perspectiva adecuada según la Filosofía Montessori: observa, acompaña y adáptate según evolucioné quien te rodea. En casa y en el trabajo. Os podéis imaginar lo intenso y significativo de esta experiencia, que me ha acompañado hasta hoy, y que ha resultado en un nuevo proyecto profesional donde aplicar lo aprendido. Y es en SOMOS donde acogemos esta idea, la de dejar a los participantes SER.
Volviendo a mi descubrimiento accidental, las personas con mayor deterioro se iban alejando de mis intervenciones. Y mi hijo iba acercándose a mí, porque mi casa y mi disponibilidad estaban adaptadas a él. Leer y aplicar Montessori en casa había sido todo un éxito.
En el trabajo me surgían las siguientes preguntas: ¿Qué pasará si yo aplico esto con mis mayores? ¿Qué pasará si les pongo macarrones, material cotidiano y conocido, en lugar de cuentas de plástico para trabajar la motricidad fina? ¿Qué pasará si en un taller de manualidades, para trabajar motricidad entre otras funciones corporales, pintamos esos macarrones con pincel, o los sumergimos en pintura, y usamos secuencias de colores para ensartarlos? ¿Y si uso lana y aguja para que les resulte aún más familiar el material?
Las terapeutas ocupacionales somos expertas en análisis y adaptación de la actividad. Las descomponemos en pasos muy chiquititos como parte de nuestro razonamiento clínico y a cada participante le proporcionamos apoyo en alguno de esos pasos para atender sus particularidades. Mantener, mejorar, rehabilitar y/o adaptar las Actividades de la vida diaria, son nuestros principales objetivos y medios de intervención. Si profundizáis en el Método Montessori, veréis que la generalización los aprendizajes es mucho más fácil.
Mis inquietudes continuaban rondándome en la cabeza. ¿Y si ahora están algo peor y no pueden ensartar los macarrones? ¿Puedo sustituirlos? ¿Cómo hago para que sigan trabajando sin usar el lenguaje que ya no comprenden? En los casos más complicados de personas afectadas por una demencia, donde el deterioro cognitivo es más severo y no pueden entender las referencias dadas/sugeridas por la terapeuta, ¿de dónde saco yo, como profesional, la conexión para que sigan secuenciando, ordenando, manipulando, resolviendo…?
Pasé mucho tiempo aplicado en mi trabajo lo que sabía y recabando información de lo que funcionaba y lo que no.
Os voy a contar ahora el ejercicio que me hizo buscar la formación adecuada para seguir trabajando con este método:
Mujer con Alzheimer, la llamaremos Martina, en estadío 6-7 según la escala FAST, (functional assessment staging), pero con la movilidad conservada. No reconoce, no nombra, no comprende, a penas habla, dependiente para casi todas las actividades… pero está ahí. Su mirada me dice que hay potencial, así que le pongo delante el siguiente ejercicio, que según la Terapia Ocupacional, se podría analizaría así:
Ejercicio técnico terapéutico motor
- Nombre del ejercicio: Verter arena en vasos usando un cazo
- Objetivo:
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- trabajar prensión palmar y fuerza de miembro superior contra gravedad
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- Descripción de la posición de la persona:
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- sedestación correcta (cadera, rodilla y tobillos a 90 grados)
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- Motivación:
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- Martina había tenido como afición la jardinería. La arena le resultaba siempre agradable al tacto y la reconocía, por lo que no se la llevaba a la boca, aunque el material usado fuera de cocina.
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- Posibilidad de graduar la actividad:
- poner un embudo y quitarlo cuando tenga destreza suficiente para no derramar la arena
- poner marcas en los vasos para que no sobrepase
- engrosar el mango inicialmente y quitar el engrosador según mejoran destreza y prensión
Si miráis la foto, en el segundo vaso va a llegar un momento en que la arena alcance el borde inferior del embudo y no seguirá cayendo. Esto no estaba previsto por mí, pero ante el obstáculo, Martina quita el embudo y continúa llenando el vaso.
*Recreación del ejercicio
¡Funcionaba! ¡¡Martina estaba usando funciones cognitivas superiores!! en este caso resolución de problemas. ¿pero eso no ha desaparecido en el estadío 6-7 según la escala FAST? ¿o es que no sabemos alcanzarlo y recuperarlo?
Lógicamente, desde mi humildad profesional, me dije: esto no lo puedo haber inventado yo. Investigando, investigando…llegué a formarme de manera específica en la metodología Montessori para mayores, y por fin puedo decir que esto es así, que efectivamente funciona y que aplicarlo en SOMOS comunidad y salud junto con el modelo de atención centrada en la persona, es y será, todo un éxito que garantizamos a todos nuestros presentes y futuros participantes, abuelo, abuela.
Os dejo mi pequeño esquema de principios Montessori y su aplicación en personas mayores.
Para aplicarlo, os invito a reflexionar sobre vuestra práctica clínica y formaros. Os recomiendo encarecidamente la siguiente formación: Formación en recursos Montessori para Mayores
Este método no está reñido con las nuevas tecnologías ni con la estimulación cognitiva tradicional. Lo complementa, lo enriquece.
Desde que lo aplico, toda mi carrera profesional ha venido a evidenciar que esta terapia es eficaz y lo es, especialmente, en los casos que hemos mal considerado como perdidos.
Montessori no es solo para estadios avanzados en personas con demencia, ni mucho menos. Pero es tan bonito llegar a su particular mundo y ayudarles a conectar, que quería compartirlo.
SOBRE LA AUTORA
Diana Ballester Fernández
Terapeuta Ocupacional
Fundadora del Centro SOMOS Comunidad y Salud
Mujer y emprendedora
“Buscando el equilibrio ocupacional y de roles constantemente. Soy madre, amiga, hija, hermana, tía, mujer de…, compañera de vida de…, persona, empleada, directora, emprendedora, humana…”